lunes, 29 de junio de 2015

Sobre antivacunas y otras gilipolleces

Estoy de mala leche. Se podría pensar que la muerte de un niño que de haber estado vacunado se habría salvado haría cambiar de opinión a aquellos que lejos de fijarse en los números prefieren anclarse en creencias infundadas pero no. Resulta que a pesar de haber muerto un crio se siguen haciendo trampas al solitario. 

 Hace tiempo oí una historia que me recuerda a la forma de argumentar de esta gente. Un viajero recien llegado a un rancho vió que la pared del granero estaba llena de círculos con un balazo justo en el centro. Cuando alabó la puntería del granjero, éste le contestó que no era para tanto. Le explicó que primero disparaba a la pared, y una vez tenía el agujero, dibujaba el círculo alrededor. Aqui estamos en las mismas, las vacunas son seguras. Es un hecho indiscutible para cualquiera que con unos mínimos conocimientos sobre matemáticas coja los datos y los analice de manera objetiva. No sólo son seguras, además, el beneficio obtenido es muy superior al riesgo en todos los casos. Pero podemos disparar primero y luego hacer el círculo.

 Aquí podemos leer "Entre los efectos adversos posibles de las vacuna de la difteria se contemplan la muerte postvacunal (1 muerte por cada 2.000.000 dosis administradas)". Y esto en la "Nota de la LLV sobre el caso de difteria en la ciudad de Olot" Hay más:
- "las poderosa industrias de los laboratorios farmaceuticos no van a consentir que las personas decidan libremente no vacunarse, les cuesta muy poco montar una campaña de desprestigio contar los que decidimos en libertad"
- "las vacunas no hicieron descender los casos de las enfermedades que vinieron a erradicar (en algunos casos, contribuyeron al aumento de la enfermedad)"
 - "los bebes obtienen la inmunidad a partir de la leche materna, con lo que no entiendo porque se les ha de poner tal cantidad de vacunas cuando son tan pequeños"
 - "La razon para no vacunar a mis hijos y nietos es que si uno tiene un sistema inmune fuerte no hay posibilidad de contraer enfermedades infecciosas facilmente"

No voy a entrar a valorar los comentarios en sí, pero hay algo que me da bastante miedo. Entiendo que haya gente desinformada que por ignorancia no vacune, pero que haya médicos que recomienden la no vacunación es aterrador. Que en esa web se digan esas cosas y los colegiados callen a cambio de una suscripción de 35€ por socio, los beneficios de la tienda y lo que llegue del botoncito de "donar" de la parte superior izquierda me parece de juzgado de guardia. 

Los hechos son tozudos, 9 infecciones, 8 vacunados asintomáticos y uno sin vacunar fallecido. Ningún caso en 28 años, con índices de vacunación del 98%, nueva moda new age, descenso del porcentaje al 95% y un fallecido, "causalmente" el que no estaba vacunado. La vacuna tiene un índice de mortandad del 0.00005%, la difteria del 10%. Y como una imagen vale más que mil palabras... Quien quiera entender que entienda. 

martes, 23 de septiembre de 2014

Sobre curas y santos

Santa Teresa de Jesus escribía allá en el siglo XVI: "Vivo sin vivir en mi, y tan alta vida espero, que muero, porque no muero". Siempre ha habido curas y curas, santos y santos, algún cura ha robado la olla del fuego a su madre para alimentar a los hambrientos, como otros han robado la recaudación del cepillo para montarse el hidromasaje en el palacete. El caso es que últimamente sólo salen en la tele curas repatriados contagiados por ébola, y aunque en principio pueden parecer de los primeros, siguen estando muy lejos de la poesía de Santa Teresa. ¿No deberían ver en la infección el camino a su jefe?, yo lo vería como un premio a una vida dedicada al prójimo, al fin, van a reunirse con su dios y salvador. Cada uno es libre de interpretarlo a su manera, y si llegado el momento de mirar cara a cara al señor los religiosos se acojonan y buscan repatriación y tratamiento ellos sabrán por qué lo hacen o qué pecados no están dispuestos a confesar en el gran juicio, pero que eso se pague con el dinero "de todos" que no es "de nadie" si que toca un poco la moral. Nos gastamos millonadas y ponemos en riesgo la salud y la vida de profesionales para repatriar curas enfermos que han ido a zona de riesgo (si, para ayudar al prójimo como manda su dios), mientras dejamos tiradas a 873.000 personas que intentan el sustento a pesar de los impresentables que nos gobiernan. ¿No sería más lógico que esos mensajeros divinos renunciaran a la repatriación y pidieran que el gasto que supone su rescate se invierta en los 837.000 que han perdido su tarjeta sanitaria? Hay quien dice que esto no es así, que todo el mundo tiene acceso a las urgencias, hasta que profundizas un poco más y lees por ejemplo "Desde entonces se pueden contabilizar tres personas muertas, literalmente por decreto: Alpha Pam, un inmigrante senegalés que falleció de tuberculosis en Baleares; Soledad Torricos, boliviana, por gripe en Valencia; y Jeanneth Beltrán, nicaragüense, que con una enfermedad renal murió tras esperar cuatro horas a ser atendida en las urgencias del Hospital de Toledo. Puede que haya más" (http://www.eldiario.es/zonacritica/olvidemos_6_299630069.html). Creo que es loable la labor de esos religiosos. Que una persona (sea católica o pastafari) decida dedicar su vida a ayudar a quienes viven peor que ella es digno de elogio, sin duda. Pero que quien vive creyendo que sigue los designios divinos genere un gasto (hasta ahora estéril) que podría ayudar mucho más y a muchas otras personas de lo que le ayuda a él me parece incoherente. Santa Teresa deseaba morir y no podía suicidarse por imperativo divino, habría que ver si frente a la parca sonreía o tenía el mismo acojone de los que nos hacen fletar vuelos con un dinero que aquí podría realmente salvar vidas (y bastantes más de lo que salvan ahora).

jueves, 24 de septiembre de 2009

Retomando

Retomo este blog, exactamente 5 minutos después de abandonar definitivamente el anterior. Esto nació como un experimento, un experimento que no desvelaré pero que cumplió su función. Tengo unos años más que cuando la maquinaria bloguera empezó a rodar y espero no cometer los mismos errores pero potenciar antiguos aciertos.
Es probable que nadie lea lo que escribo, podría decir que no me importa pero no es asi, lo que es para mi lo escribo en la intimidad de mi diario, a oscuras en mi habitacion las noches de vino y rosas (o quiza en las que no hay ni vino ni rosas), lo que hay aqui es para que quien lo lea me critique despiadadamente, se ría de mi, de mi tamaño, peso o incultura, o quizá para que disfrute. En cualquiera de los dos casos, bienvenidos.

Recomendación

Se lleva entre los grandes autores recomendarse entre ellos. Al menos las grandes autoras llenas de caballerosidad (curiosa paradoja lingüística) lo hacen. Hoy les voy a dejar un enlace a un reciente descubrimiento. Tan impresionante por su belleza como inquietante por su falta de popularidad.
Disfruten:
www.puzzle.es

martes, 5 de mayo de 2009

Vamos a ganar la final

Comienzo con una confidencia. O mejor, dos. La primera es que no estoy loco. La segunda es que he pasado un buen rato imaginando la cara que pondría el redactor jefe de Deportes de este diario al recibir el original de mi artículo semanal. Supongo que la misma que usted, amigo lector. El bueno de Ángel Pereda habrá sabido valorar la importancia de un titular de impacto, pero quizá empiece a cuestionarse por qué tiene en tanta estima a un tipo que se permite semejante declaración de intenciones después de lo visto este fin de semana.

Vamos por partes. Si usted es un forofogoitia devoto, debe saber que su fe va a ser puesta a prueba. Y es que hay que ser del centro de Bilbao para mantener intacta la ilusión después de asistir al celestial espectáculo ofrecido por el Barcelona el pasado sábado. Tuve ocasión de ver el clásico junto a un referente de nuestro Athletic, mi amigo Josu Urrutia. Nuestras caras reflejaban más estupor que admiración. Durante dos horas, entramos en una especie de estado letárgico. Como cuando de niño veías a los Globbe Trotters de gira por La Casilla, pero en el Bernabéu. Vamos, en serio y a lo bestia. Eso no era un partido de fútbol. Era el Circo del Sol. Los blaugrana convirtieron al orgulloso campeón en un muñeco de trapo y movieron la pelota como quien juega con las formas cambiantes que revela un caleidoscopio. El Ajax de Cruyff, el Milan de Van Basten, el Santos de Pelé... han encontrado un heredero. El Barça de Messi pasará a la historia.

No sé si el fútbol es la religión del siglo XXI, pero tiene una ocasión ideal para reivindicar tal condición el próximo día 13. Quince mil almas rojiblancas invocarán en directo a todos sus santos, y cientos de miles se juntarán, hermanados desde cualquier rincón del mundo, para asistir al milagro a través de la televisión. Sin llegar a la iluminada sentencia de la vieja iglesia latina del 'creo quia absurdum' (lo creo porque es absurdo), uno prefiere refugiarse en la ironía del gran Oscar Wilde cuando afirmaba que podía creer cualquier cosa con tal de que fuera increíble. Siguiendo los consejos del genial autor irlandés, ha llegado el momento de mostrar de qué pasta estamos hechos en el viejo Botxo. Vamos a ganar la final. Repitámoslo como un mantra. Vamos a ganar. A ganar.

Si no se tratase de un partido de fútbol, estaríamos perdidos. La diferencia entre los dos aspirantes, a diez días del combate, es simplemente escandalosa. En un combate de boxeo, un partido de tenis o una carrera de Fórmula Uno, no habría historia. El Barça tiene la pegada de Tyson, el repertorio de Nadal y la velocidad de los Brawn GP. Pero esto es fútbol. Y nos gusta. Igual mañana el Chelsea nos da alguna idea. Ya sé que el rocoso equipo blue también está en otra galaxia. Y resulta innegable que la actuación del Athletic en Gijón no ayuda a sumar feligreses en busca del milagro de los panes y la Copa. Frente a un rival con más ansiedad que fútbol, el equipo de Caparrós confirmó que, sin Orbaiz en la sala de máquinas y Yeste al comando, es un coche sin luces. Si le añadimos la baja de Llorente, se queda en un grupo bienintencionado y combativo, pero con escandalosas carencias a la hora de producir fútbol y generar peligro. Sin embargo, ese equipo limitado y chato fue capaz de sacarse de la chistera un milagroso y medicinal empate sobre la bocina. Repita conmigo. Vamos a ganar la final. Vamos a ganar. A ganar.

Puede que hoy esté un poco más loco que ayer, pero la indolencia risueña, la autocomplacencia y la actitud de equipo pequeño en busca de la foto y la camiseta del rival no nos van a llevar a ninguna parte. Alguien dijo que el genio no es más que una larga paciencia. Fran, Fernando, Pablo, Andoni, lo tienen. Y nosotros ya hemos esperado veinticinco años. Yo creo en vosotros. Creo en el Athletic. Creo en los milagros. A por ellos.
PATXI ALONSO

lunes, 12 de enero de 2009

Por diversión

Un buen apunte a la entrada anterior puntualiza que no sólo son cosas negativas las que hacemos sin una razón biológica (entendiendo como tal aquella que es común en la naturaleza). Es cierto que también hacemos el amor por diversión, lo que me lleva a plantearme qué cosas hacemos nosotros, que no hagan el resto de los animales.
El pesimismo navideño me gana, y la réplica a "hacemos el amor por diversión" puede perfectamente ser "también matamos por diversión".
Afortunadamente, las navidades han acabado y el positivismo postnavideño me hace pensar que por cada uno que mata por diversión hay diez que cuidan (y curan) desinteresadamente.

jueves, 8 de enero de 2009

"Dicen...

... que de todos los seres de la creación, el hombre es el unico que come sin tener hambre, bebe sin tener sed, y habla sin tener nada que decir."
Mago de Oz