Un buen apunte a la entrada anterior puntualiza que no sólo son cosas negativas las que hacemos sin una razón biológica (entendiendo como tal aquella que es común en la naturaleza). Es cierto que también hacemos el amor por diversión, lo que me lleva a plantearme qué cosas hacemos nosotros, que no hagan el resto de los animales.
El pesimismo navideño me gana, y la réplica a "hacemos el amor por diversión" puede perfectamente ser "también matamos por diversión".
Afortunadamente, las navidades han acabado y el positivismo postnavideño me hace pensar que por cada uno que mata por diversión hay diez que cuidan (y curan) desinteresadamente.
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