lunes, 28 de julio de 2008

Cómo hemos cambiado

Hay quien dice que no hemos cambiado tanto. Que los jóvenes de ahora son como los de nuestra época, sólo que en vez de jugar con coches hechos con latas de sardinas juegan con teléfonos móviles y videoconsolas.
Está claro que no son ellos los que han cambiado, porque cuando para mi una lata de sardinas llena de agua atada a un cordel era un camión de bomberos ellos ni existían, pero nosotros...
Recuerdo que si te pillaban en la escuela jugando con la lata de sardinas el profesor te la quitaba, y hasta era posible que te diera algún cachete. Por supuesto intentabas por todos los medios que tu padre no se enterase de que Don Juan te había tenido que llamar la atención, ya que si lo hacía, al llegar a casa tenias reprimenda y castigo.
Ahora los profesores ya no son "Don Pedro" o el "señor Martin", ni siquiera la señorita Pilar o Javi, el profesor colega de gimnasia. Ahora son "joder tio" y similares. Y cuidado con quitarle el móvil a un alumno que se pasa la hora de clase mandando mensajitos, ya que acabo de leer que eso se puede denunciar, y hay quien incluso gana el juicio, y el "joder tio" que intentaba dar clase sin el molesto soniquete de las teclas del dichoso aparatito se ve obligado a pagar 300 euros de multa por "enriquecimiento ilícito".
Tiene cojones.

domingo, 20 de julio de 2008

LLevar la contraria

Tengo por costumbre intentar entender todos los razonamientos, y exponer a cada persona justo el contrario al suyo. No me gustan las verdades absolutas, y he tenido mas de un intercambio de opinion interesantisimo con una amiga periodista porque creo que un periodista además de cuidar el lenguaje hasta extremos insospechados, debe ponerse en los dos extremos de la noticia si quiere transmitirla lo menos sesgada posible.

Hablaba mi amiga hace poco de dos crímenes, el de un hombre que ligó y acabó asesinando a una chica y el de un padre de familia que por causas económicas se ha cargado a su mujer e hijos. El del ligón no me interesa en estos momentos (por común, aunque no por ello menos importante), y voy a centrarme en el tratamiento que distintos medios han dado al segundo.

Esta amiga, coge la noticia que un periódico de la competencia da sobre el asesinato y aporta una versión opuesta. Esto sería muy reconfortante para mi si no fuera porque tanto quien redactó la noticia original como mi amiga creen que su versión es la buena, en todos los casos. Veamos las dos caras sobre un par de puntos de la noticia.

  • La noticia original comenta la coincidencia en fechas entre la nueva campaña del gobierno y el asesinato, ella entiende esto como un desprestigio de la campaña.
  • La noticia habla de que el es el único que trabajaba en la unidad familiar, mientras ella se dedicaba a las labores del hogar, el cuidado de los niños y hacer jogging por las mañanas. A ella le parece mal que se hable de esto.
  • Habloa el periodista de que era una familia normal, y ella dice que ese mismo periodista no puede saber lo que pasaba en su casa.
  • La noticia dice que el asesino se justificaba en los motivos económicos, y ella piensa que nada puede justificarlo.
  • Dice el periodista que los vecinos no habian oido peleas ni habia denuncias previas, y mi amiga que no se le puede dar valor a los vecinos, que el maltrato psicológico no se oye.
No dudo que alguno de los dos pueda tener razón, incluso que uno lo tenga en unos puntos y la otra en otros, lo que me parece perjudicial para el periodismo es que ante casos similares, el primero SIEMPRE verá al asesino como un pobre hombre que no es capaz de hacer frente a su quiebra económica y la segunda lo verá SIEMPRE como un sucio machista maltratador que amargaba a su mujer.

El único hecho objetivo que yo veo, es que un hombre ha matado a su familia y antes de suicidarse ha dicho que lo hacía por cuestiones económicas. Me parece bien buscar las opiniones del entorno, siempre que tengamos claro que es posible que ellos recuerden una pareja normal y lo fueran, o a lo mejor no lo fueran.

No todas las agresiones a las mujeres son machistas, y si hay que erradicarlas no es por cuestiones de violencia de sexo, sino porque hay que erradicar todas las agresiones, sin coletillas.

viernes, 18 de julio de 2008

SGAE

La SGA (Sociedad General de Autores) ataca de nuevo.
Escrito y firmado por José Luís Sampedro, escritor, filósofo y buena gente.

POR LA LECTURA
Cuando
yo era un muchacho, en la España de 1931, vivía en Aranjuez un Maestro Nacional llamado D. Justo G. Escudero Lezamit. A punto de jubilarse, acudía a la escuela incluso los sábados por la mañana aunque no tenía clases porque allí, en un despachito que le habían cedido, atendía su biblioteca circulante. Era suya porque la había creado él solo, con libros donados por amigos, instituciones y padres de alumnos. Sus 'clientes' éramos jóvenes y adultos, hombres y mujeres a quienes sólo cobraba cincuenta céntimos al mes por prestar a cada cual un libro a la semana. Allí descubrí a Dickens y a Baroja, leí a Salgari y a Karl May.

Muchos años después hice una visita a un bibliotequita de un pueblo madrileño. No parecía haber sido muy frecuentada, pero se había hecho cargo recientemente una joven titulada quien había ideado crear un rincón exclusivo para los niños con un trozo de moqueta para sentarlos. Al principio las madres acogieron la idea con simpatía porque les servía de guardería. Tras recoger a sus hijos en el colegio los dejaban allí un rato mientras terminaban de hacer sus compras, pero cuando regresaban a por ellos, no era raro que los niños, intrigados por el final, pidieran quedarse un ratito más hasta terminar el cuento que estaban leyendo. Durante la espera, las madres curioseaban, cogían algún libro, lo hojeaban y a veces también ellas quedaban prendadas. Tiempo después me enteré de que la experiencia había dado sus frutos: algunas lectoras eran mujeres que nunca habían leído antes de que una simple moqueta en manos de una joven bibliotecaria les descubriera otros mundos. Y aún más años después descubrí otro prodigio en un gran hospital de Valencia.la biblioteca de atención al paciente, con la que mitigan las largas esperas y angustias tanto de familiares como de los propios enfermos, fue creada por iniciativa y voluntarismo de una empleada. Con un carrito del supermercado cargado de libros donados, paseándose por las distintas plantas, con largas peregrinaciones y luchas con la administración intentando convencer a burócratas y médicos no siempre abiertos a otras consideraciones, de que el conocimiento y el placer que proporciona la lectura puede contribuir a la curación, al cabo de los años ha logrado dotar al hospital y sus usuarios de una biblioteca con un servicio de préstamos y unas actividades que le han valido, además del prestigio y admiración de cuantos hemos pasado por ahí, un premio del gremio de libreros en reconocimiento a su labor en favor del libro.

Evoco ahora estos tres de entre los muchos ejemplos de tesón bibliotecario, al enterarme
de que resurge la amenaza del préstamo de pago. Se pretende obligar a las bibliotecas a pagar 20 céntimos por cada libro prestado en concepto de canon para resarcir -eso dicen- a los autores del desgaste del préstamo. Me quedo confuso y no entiendo nada. En la vida corriente el que paga una suma es porque:

a)obtiene algo a cambio.
b) es objeto de una sanción.

Y yo me pregunto: ¿qué obtiene una biblioteca pública, una vez pagada la adquisición del libro para prestarlo? ¿O es que debe ser multada por cumplir con su misión, que es
precisamente ésa, la de prestar libros y fomentar la lectura? Por otro lado, ¿qué se les desgasta a los autores en la operación? ¿Acaso dejaron de cobrar por el libro?. ¿Se les leerá menos por ser lecturas prestadas? ¿Venderán menos o les servirá de publicidad el préstamo como cuando una fábrica regala muestras de sus productos? Pero, sobre todo: ¿Se quiere fomentar la lectura? ¿Europa prefiere autores más ricos pero menos leídos? No entiendo a esa Europa mercantil. Personalmente prefiero que me lean y soy yo quien se siente deudor con la labor bibliotecaria en la difusión de mi obra.

Sépanlo quienes, sin preguntarme, pretenden defender mis intereses de autor cargándose
a las bibliotecas. He firmado en contra de esa medida en diferentes ocasiones y me uno nuevamente a la campaña.

¡NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS!
José Luis Sampedro

martes, 15 de julio de 2008

Estimada Maria,

Ayer recibí una misiva de tu abogado donde me invitaba a enumerar los bienes comunes, con el fin de comenzar el proceso de disolución de nuestro vínculo matrimonial. A continuación te remito dicha lista, para que puedas solicitar la certificación al Notario y tener listos todos los escritos antes de la comparecencia ante el tribunal.


Como verás, he dividido la lista en dos partes. Básicamente, un apartado con las cosas de nuestros cinco años de matrimonio con las que me gustaría quedarme y otra con las que te puedes quedar tú. Para cualquier duda o comentario, ya sabes que puedes llamarme al teléfono de la oficina (de ocho a cuatro) o al móvil (hasta las once) y estaré encantado de repasar la lista contigo.

Cosas a conservar:

- La carne de gallina que salpicó mis antebrazos cuando te vi por primera vez en la oficina.
- El leve rastro de perfume que quedó flotando en el ascensor una mañana, cuando te bajaste en la segunda planta, y yo aún no me atrevía a dirigirte la palabra.
- El movimiento de cabeza con el que aceptaste mi invitación a cenar.
- La mancha de rimel que dejaste en mi almohada la noche que por fin dormimos juntos.
- La promesa de que yo sería el único que besaría la constelación de pecas de tu pecho.
- El mordisco que dejé en tu hombro y tuviste que disimular con maquillaje porque tu vestido de novia tenía un escote de palabra de honor.
- Las gotas de lluvia que se enredaron en tu pelo durante nuestra luna de miel en Londres.
- Todas las horas que pasamos mirándonos, besándonos, hablando y tocándonos. (También las horas que pasé simplemente soñando o pensando en ti).

Cosas que puedes conservar tú:
- Los silencios.
- Aquellos besos tibios y emponzoñados, cuyo ingrediente principal era la rutina.
- El sabor acre de los insultos y reproches.
- La sensación de angustia al estirar la mano por la noche para descubrir que tu lado de la cama estaba vacío.
- Las nauseas que trepaban por mi garganta cada vez que notaba un olor extraño en tu ropa.
- El cosquilleo de mi sangre pudriéndose cada vez que te encerrabas en el baño a hablar por teléfono con él.
- Las lágrimas que me tragué cuando descubrí aquel arañazo ajeno en tu ingle.
- Aglaya y Andoni. Los nombres que nos gustaban para los hijos que nunca llegamos a tener.

Con respecto al resto de objetos que hemos adquirido y compartido durante nuestro matrimonio (el coche, la casa, etc) solo comunicarte que puedes quedártelos todos. Al fin y al cabo solo son eso: objetos.

Por último, recordarte el n º de teléfono de mi abogado (946144372) para que tu letrado pueda contactar con él y ambos se ocupen de presentar el escrito de divorcio para ratificar nuestro convencimiento.

Afectuosamente,


Una de esas cosas que llegan por correo electrónico y te encogen el estómago...

jueves, 10 de julio de 2008

Los locos

Los locos dan festines
los cuerdos son los invitados

Los locos viven inventando mundos
y los cuerdos viven en mundos inventados

Los locos crean castillos
y los cuerdos los habitan.

Los locos son mitad cielo y mitad tierra
los cuerdos son solo tierra

Los locos crean la música
y los cuerdos solo la escuchan

Los locos son personajes
y los cuerdos son actores

Los locos son poesía
y los cuerdos quienes redactan

Los locos son la pintura
y los cuerdos solo pintan

Los locos viven en muchos mundos
los cuerdos solo viven en la tierra

Los locos se sienten libres
y los cuerdos... los encierran.


Zury Zehenny